En la mañana del día 3 de diciembre tuvimos una convivencia todos los monaguillos del arciprestazgo de Bailén-Mengíbar. Participamos treinta acólitos de casi todas las Parroquias. Para celebrarlo, tuvieron que desplazarse a la Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación de Jabalquinto.
Fue organizado por el Secretariado diocesano de monaguillos, de la Delegación episcopal de Vocaciones. En él colaboramos dos seminaristas menores: Sergio Becerro y el que suscribe este artículo.
Sobre las diez y media de la mañana llegaban los párrocos y padres con sus monaguillos. A las once comenzamos con el juego ”cesta revuelta” para conocernos. El juego consistía en decir tu nombre y de donde eras para que te conocieran y después, cambiarnos de sitio, cuando estaban mezclados tenías que decir el nombre y el lugar de donde eran los compañeros de ambos lados.
A continuación, una oración nos sirvió para ponernos en presencia del Señor.
Sobre las once y media comenzamos la presentación de la catequesis que íbamos a tener seguidamente, que trataba del significado de ser monaguillo y del acercamiento que hay que tener con Dios. Esto lo vimos en un comic sobre que estaba de moda ser monaguillo, de los comportamientos y actitudes que debe tener el monaguillo y de su oración con Jesús.
A las doce y media de la mañana teníamos un descanso, en el que se hicieron algunos juegos como: correr a la pata coja, interpretar películas, bailar en pareja con una manzana pegada en la frente, etc. Al equipo ganador se le premió con un magnífico regalo.
Acabamos la convivencia con una oración final y todos marchamos a nuestra casa.
¿Monaguillo, por qué no te animas a asistir a la próxima convivencia, cuando estemos en tu arciprestazgo?
Si te gusta ser monaguillo, díselo a tu párroco. ¡ANÍMATE!
David Cruz.
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