miércoles, 26 de septiembre de 2012

Inauguración del curso


El Sr. Obispo de Jaén ha presidido el solemne acto con el que se ha dado por inaugurado el nuevo curso 2012-2013 en el Seminario Mayor de «La Inmaculada y San Eufrasio», el Seminario Menor «San Juan de Ávila» y el Centro Diocesano de Formación Cristiana «San Pedro Pascual». Al principio del acto, en la Capilla Mayor del Seminario se celebró la Eucaristía presidida por el Sr. Obispo, D. Ramón del Hoyo López, y concelebrada por el Vicario General, los Vicarios Episcopales, los Rectores, formadores y profesores de los dos Seminarios y del Centro de Formación Cristiana, el Rector de la Facultad de Teología de Granada y otros sacerdotes diocesanos.
Durante su homilía, D. Ramón del Hoyo quiso mostrar su agradecimiento a D. Juan García Carrillo por su entrega a la formación del Seminario y a la Hna. Josefina por su trabajo en el Seminario y los Centros de Estudios. Igualmente, el Obispo mostró su preocupación por la escasez de vocaciones y la necesidad de promoverlas:“permítanme que insista, una vez más, sobre la corresponsabilidad de todos nosotros, de toda la Iglesia diocesana, sobre la urgencia de la promoción y fomento de las vocaciones sacerdotales y religiosas en nuestra Diócesis y Congregaciones. ¿Qué hacemos para ello?, nos pregunta el Señor a cada uno, el primero a mí como Obispo. Somos conscientes de que hoy no basta con esperar la llegada espontanea de los alumnos al Seminario. Hoy es de todo punto necesario promover estas vocaciones, una a una y de forma muy personal. Recemos diariamente por ellas y dediquemos una parte de nuestro tiempo al apostolado directo con los jóvenes y con las familias; cuidemos con esmero el Centro Vocacional Manuel Aranda y llevemos nuestra inquietud, en apoyo a la Delegación episcopal de vocaciones, a todas las comunidades parroquiales, colegios, asociaciones, movimientos apostólicos. Todos han de escuchar la invitación de la Iglesia, si Dios llama”.
Posteriormente, tuvo lugar el acto académico. En primer lugar, el Rector del Seminario Mayor, D. Carmelo Zamora,  dio la bienvenida e hizo hincapié en los numerosos acontecimientos eclesiales del nuevo curso académico: la proclamación de San Juan de Ávila como Doctor de la Iglesia, la celebración del Año de la Fe y del Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización, la celebración del 50º aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II y el 20º aniversario de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica.
A continuación, se dio paso a la lectura de la memoria del curso 2011-2012 de los dos Seminarios y del Centro de Formación Cristiana por parte del Vicerrector del Seminario, D. Juan Jesús cañete Olmedo. El Rector del Seminario Menor, D. José María Romero, dio lectura a la memoria del pasado curso de esta institución diocesana y D. Enrique Cabezudo explicó la situación en que se encuentran los centros de formación integrados dentro del Centro «San Pedro Pascual».
La jornada proseguía con la lección inaugural.  D. Enrique Cabezudo, profesor del Seminario Mayor y director del Centro «San Pedro Pascual», fue el encargado de presentarla bajo el título «Informe a la superioridad. Una clave a la lectura de los hechos de los Apóstoles».
Asimismo, D. Juan García Carrillo, profesor emérito del Seminario, recibía un pequeño reconocimiento por los 46 años dedicados al servicio del Señor en el Seminario Diocesano, como profesor y como rector del mismo. Finalmente, Monseñor del Hoyo dio por inaugurado el curso académico 2012-2013.
Cristóbal Plaza.

sábado, 22 de septiembre de 2012

¡¡Nuestro patrón será en breve doctor de la Iglesia!!



San Juan de Ávila    
                         

La importancia de la figura del sacerdote



Durante siglos los seres humanos hemos necesitado el favor divino para continuar adelante, sobrepasando todos los obstáculos que se nos han podido presentar.
Es el Señor Todopoderoso, padre nuestro de infinita bondad y misericordia el que nos ilumina para poder caminar en el sendero correcto, el que nos levanta cuando tropezamos, el que nos guarda con amor y con gozo.

Es nuestro deber venerar esos milagros, adorar y proclamar el majestuoso nombre de Dios y evangelizar con la Palabra a todo el mundo para alcanzar dignamente las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
La figura del buen pastor o sacerdote es la que nos ayuda a llegar hasta Él, es el intermediario imprescindible entre Dios y los hombres, el que eleva nuestras súplicas hasta el cielo, el que consagra y bendice a todo el rebaño, con humildad y generosa piedad.

Vivimos en una época dominada por el escepticismo y por falsas doctrinas de fe.
Necesitamos sacerdotes, pastores que guíen al rebaño desde los peligrosos valles hasta el caserío, es decir, hasta la salvación. 
Si sientes el llamado no tengas miedo, respóndele, confía en Él y despierta tu vocación y si no sientes la llamada al sacerdocio, no le abandones, no te alejes de Él porque como dicen las Escrituras: Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada”. (Jn 15,5).

Marc Puerta,
 jóven de la parroquia Sant Francesc d'Assís de Badalona
 (Arzobispado de Barcelona)

viernes, 21 de septiembre de 2012

¡¡EMPEZAMOS NUEVO CURSO!!

Empezamos un nuevo curso!! Las vacaciones… ya se acabaron (la playa, los viajes, el comer polos…) y ahora… volvemos a retomar el timón de ese gran viaje que estamos iniciando a través de nuestro barco. Un barco lleno de ilusiones, de aventuras, de esperanzas… y sobre todo, un barco en cuya tripulación encontramos a dos figuras muy importantes: Jesús y María, ellos nos guían en nuestro viaje.
Este curso 2012-13 estamos bajo el lema: “Señor, auméntanos la fe” dado que se iniciará el Año de la Fe. Y vosotros diréis…: “oye… ¿y qué es eso del Año de la Fe?”
Mons. Adriano Tomasi (obispo auxiliar de Lima, Perú) nos dice que: “El mismo Santo Padre nos ha dicho que no va a ser un año de celebraciones si no un año de compromiso, de iniciativas que nos lleven a revitalizar la fe. Sabemos que la fe está viva en muchos de nuestra Iglesia pero… hay otros que de repente reciben el bautismo pero después uno no tiene oportunidades o se van descuidando y entonces la fe disminuye. Hoy en día vemos, inclusive conductas o actitudes de personas que han sido bautizadas y que andan deambulando por la vida sin saber que Dios es la meta de su vida; entonces va a ser un año en el que toda la Iglesia se va a comprometer en diferentes iniciativas para ayudar a los que se han alejado y para dar un testimonio vivo de la fe”.
Con esto deberíamos preguntarnos…: ¿doy testimonio a los que me rodean de Cristo?, ¿tengo presente a Cristo?, ¿cómo llevo mi fe?... ¿bien?, ¿mal?, ¿está disminuyendo mi fe y no hago nada para aumentarla?... querid@ amig@ este es el momento de reflexionar sobre nuestra fe y es el momento de corregir aquello que no hacemos bien, siempre con la ayuda de Jesús y María.
Pidamos pues por el nuevo curso que comienza para que entremos con gran fuerza y con gran fe y así nos atreveremos a mirar todo aquello que nos resulta difícil o complicado.
Así que..:
- ¡¡Bribones!!, ¡¡todos a vuestros puestos!!, es hora de trabajar, arriad velas, ¡que vamos a comenzar este viaje!


.- José Miguel Espinosa