En el día 18 de mayo se celebró una convivencia vocacional más,
pero ésta fue un poco especial, ya que fue realizada en Monte Lope Álvarez,
lugar donde fue martirizado Manuel Aranda.
En general, la convivencia fue estupenda. Tras una oración
inicial, en la dinámica de la mañana hablamos sobre nuestras dificultades para
el sacerdocio. En este tema tuvimos muchas opiniones, sobre las que pudimos
reflexionar todos los jóvenes allí reunidos. Tras esta reflexión hicimos una
puesta en común, en la que pudimos darnos cuenta de los fallos o dificultades
de otras personas y nosotros nos dimos cuenta de que todos tienen fallos y
siempre intentamos rendirnos o tirar la toalla.
Después tomamos la comida, en la que todos compartimos una gran
paella, cocinada por las mujeres de la Parroquia y de la Asociación "Manuel
Aranda".
La tarde fue muy divertida, ya que la comenzamos con una
película sobre el martirio de Maximiliano Kolbe. Una vez acabada la película, hicimos
deporte todos juntos.
Seguidamente empezamos con la dinámica de la tarde, la cual
trataba sobre el último día de Manuel Aranda. Tuvimos la suerte de estar en la
capilla donde Manuel estuvo preso durante sus últimos días; era una capilla en la
que daba catequesis a los niños del Monte. Todo esto nos fue explicado por una
señora que vivió en los tiempos de Manuel y sabía todo sobre su vida. Seguimos
hablando con una anciana que recibía la catequesis que impartía durante los
veranos y hablaba con él muy a menudo. Posteriormente estuvimos recorriendo el
camino que llevó a cabo Manuel Aranda en su última noche desde la capilla (o
cárcel) hasta donde él fue martirizado entre los olivos.
Para terminar la convivencia celebramos la Eucarística con
nuestro Rector del Seminario Menor y con D. Germán García, párroco de Monte Lope
Álvarez. Y concluimos con la cena que fue ofrecida por la Asociación “Manuel
Aranda”.
¡Gracias a todos, de verdad!
Fidel Ramos.
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