D. Jesús era el anterior Superior de nuestro Seminario Menor. Este año nos ha tenido que dejar porque ha sido trasladado a otra parrroquia y Pepe era un seminarista menor, ex-compañero nuestro, que este año ha ingresado en el Seminario Mayor. Por estos motivos los seminaristas menores y sus superiores decidimos realizar una pequeña despedida.
El día 11 de octubre en un almuerzo al mediodía los invitamos a comer con nosotros. En dicha comida compartimos momentos muy buenos de charlas y risas sobre sus experiencias del año pasado (en especial con sus antiguos compañeros) pero tambien con los nuevos seminaristas, para los cuales el testimonio de Pepe, las cosas que nos contó, nos sirvió de gran ayuda para la experiencia en la que nos hemos embarcado este año. Los discursos de los seminaristas y del Rector dicen mucho de la amistad que reina entre nosotros, y los regalos que recibieron son una muestra de lo mucho que los queremos.
Aunque los conozco de muy poco y he convivido en escasas ocasiones con ellos, puedo decir que me han demostrado ser unas excelentísimas personas y de un gran saber estar tanto de risas como en charlas más formales.
Para finalizar, nuestros mejores deseos para los dos de parte de todo el Seminario Menor, por una parte Pepe, para que sigas con esta aventura en la que comienzas este año y lleves tu vocacion también con buen fin como hasta ahora; y D. Jesús, que en tu nueva Parroquia te siga iluminando el Señor y la Virgen, y no te olvides de nosotros, aunque nos hayas dejado un poco, tu nueva misión es más importante y ¡qué suerte tiene tu nueva Parroquia de la gran persona que tienen! Mucho ánimo a los dos y suerte de corazón.
Antonio Troya.
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