viernes, 10 de diciembre de 2010

Diaconado y acolitado para algunos seminaristas mayores


El pasado sábado 4 de diciembre dos alumnos de nuestro Seminario Mayor, Juan Carlos Torres y Germán García fueron ordenados diáconos, en la que la Eucaristía presidia por nuestro nuevo Cardenal español y jienense D. José Manuel Estepa, y concelebrada por nuestro Obispo de Jaén D. Ramón del Hoyo López y un numeroso grupo de sacerdotes de distintas zonas de nuestra provincia. La Comunidad del Seminario Menor estuvo también presente. La ceremonia tuvo lugar en la recién nombrada Basílica Menor de S. Ildefonso en Jaén, en la que muchos fieles, compañeros, amigos y familias de estos dos diáconos estuvieron presentes acompañando a los que iban a ser ordenados. Monseñor Estepa después de la Homilía ordenó a nuestro dos compañeros, entregándole como signo un Evangelio, en señal de que iban a ser proclamadores de la Palabra de Dios y sobre todo servidores de la comunidad cristiana. Finalmente, nuestro obispo también les dedicó unas palabras y la ceremonia terminó con la felicitación de los ordenados, Juan Carlos y Germán.
No podemos olvidar otro acto muy importante en nuestra Diócesis que tuvo lugar en un día muy especial, como es la Inmaculada Concepción, el día 8 de diciembre y que es titular también del Seminario Mayor de Jaén. E0n este día otros dos alumnos de nuestro Seminario Mayor, Manuel Jesús y Francisco Javier recibieron el Ministerio de Acólito. La ceremonia fue presidida por nuestro Obispo en la Santa Iglesia Catedral de Jaén, en el que un día tan importante como es este, en el que la Virgen María intercede por nosotros, todos los compañeros, amigos y familias de estos dos alumnos, que también estaban presentes. De la comunidad del Seminario Menor sólo estuvimos Pepe y Agustín. La Procesión con la Imagen de la Inmaculada Concepción, llevada por alumnos del Seminario, por el pasillo central de la Catedral, inició la Ceremonia. Acto seguido nuestros dos compañeros fueron invitados por el Sr. Obispo a recibir el Ministerio de acólitos de nuestra Diócesis, que permite dar la Comunión a los enfermos y a los fieles en los actos más importantes. De hecho, se les concedió un signo muy importante, que es una patena, señal de que sus manos pueden ditribuir la Comunión y permite ser Ministros extraordinarios de la Comunión para siempre. Finalmente, la ceremonia concluyó con la felicitación de todos en la misma sacristía de la Catedral.
Desde aquí le damos gracias al Señor por estos cuatro compañeros, que cada uno por su confianza en Jesús ha recibido ese Sacramento o Ministerio tan importante como es para ellos y para toda nuestra Diócesis. Os pido que recéis por las vocaciones en estos días de Navidad, para que nos no desanimemos nunca de estar junto a Cristo. GRACIAS A TODOS.
Pepe Navarrete Ochoa.

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