viernes, 12 de octubre de 2012

San Juan de Ávila y Santa Hildegarda de Bingen nuevos Doctores de la Iglesia



Ante más de veinticinco mil fieles y unos cuatrocientos obispos, la plaza de San Pedro ha sido testigo de un acontecimiento “esperado desde hace siglos”, según afirmaba don Demetrio Fernández, Obispo de Córdoba.

Esta mañana, al comienzo de la Eucaristía de apertura del Sínodo de los Obispos, dedicado a la Nueva Evangelización, el Santo Padre ha proclamado a San Juan de Ávila y a Santa Hildegarda de Bingen como Doctores de la Iglesia.

La celebración se ha iniciado a las 9:30 horas, presidida por Benedicto XVI y concelebrada por lo Padres Sinodales y los Obispos de las Conferencias Episcopales española y alemana, países de los santos proclamados doctores.

La postuladora de la Causa de San Juan de Ávila, María Encarnación González, ha relatado ante el Pontífice la vida del Maestro, indicando que el Santo Maestro, trigésimo cuarto doctorado de la historia de la Iglesia, ha pasado varios exámenes en los que ha obtenido “matrícula de honor” y la aprobación unánime de la sesión plenaria de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano. Asimismo, ha manifestado que “su vida, su obra, su ejemplo de Santidad y en definitiva su historia, han hecho que el Santo sea un Doctor para la Nueva Evangelización”.

Acto seguido, presentaron a Santa Hildegarda de Bingen y el Cardenal Prefecto pidió al Santo Padre que ambos fueran nombrados Doctores de la Iglesia. Fue entonces cuando Benedicto XVI proclamó a este sacerdote diocesano y a la religiosa alemana, Doctores de la Iglesia Universal. Con ellos, son treinta y cinco los doctores, convirtiéndose Juan de Ávila en el cuarto español declarado junto con San Isidoro de Sevilla, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús.

PALABRAS DEL PAPA SOBRE JUAN DE ÁVILA
El Santo Padre ha centrado sus palabras durante la celebración Eucarística en la Apertura del Sínodo dedicado a la Nueva Evangelización (que se prolongará hasta el 27 de octubre), sin olvidar el próximo Año de la Fe. Al hilo de la necesidad de retomar la Misión ad gentes, Benedicto XVI ha destacado del Maestro Ávila su “ardiente espíritu misionero”, basado en que era un “hombre de Dios de continua oración”. El Papa no ha dejado atrás en su alabanza al sacerdote cordobés su empeño “en la formación especialmente de los sacerdotes, con el fin de renovar la Iglesia”.




Mons. Demetrio Fernández
Obispo de Córdoba, España
07.10.2012

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