En este mes de mayo –que llamamos popularmente “Mes de María”– como novedad en el Seminario Menor no nos hemos olvidado de la que es Madre de todos, y especialmente de los seminaristas y sacerdotes. A ella hemos honrado y ensalzado con nuestros cantos, oraciones y reflexiones. Cabe destacar los Rosarios diarios que hemos rezado después de la oración de la noche, previa una reflexión que nos ayudaba a conocer a la que es Sendero y Camino, Puente que nos conduce a Dios y Espejo reluciente en donde se mira cada cristiano como ejemplo ante Dios. Como en épocas antiguas en que nuestros antepasados han llevado flores, ahora le hemos presentado peticiones, súplicas, inquietudes y necesidades a la Intercesora de los hombres ante Dios.
La Virgen María en este mes se pone más hermosa que nunca para recibir a sus fieles que incesantemente le rezan y no la olvidan, festejándola y elogiándola a través de diversas advocaciones. Ojalá la Virgen María –que es la flor que renace en la primavera para escuchar a sus hijos y pedir por ellos al Señor, como lo hizo en otro tiempo en las bodas de Caná– interceda por nosotros y nos proteja siempre, para que podamos discernir y ver claro lo que Dios quiere de nosotros.
La Virgen María en este mes se pone más hermosa que nunca para recibir a sus fieles que incesantemente le rezan y no la olvidan, festejándola y elogiándola a través de diversas advocaciones. Ojalá la Virgen María –que es la flor que renace en la primavera para escuchar a sus hijos y pedir por ellos al Señor, como lo hizo en otro tiempo en las bodas de Caná– interceda por nosotros y nos proteja siempre, para que podamos discernir y ver claro lo que Dios quiere de nosotros.
muy bonito rezo por vosotros ya mismo un tenemos beato a lolo, un ejemplo de vida , de amor de todo
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