El Seminario Menor me ha ayudado muchísimo a descubrir mi propia vocación y creo que el fenomenal trabajo de los formadores ha sido un punto clave en esta formación humana, espiritual y vocacional para descubrir la preciosa llamada del Señor para servirle a Él y a todo su pueblo. No se me olvidará nunca la bonita experiencia durante estos dos años, sin olvidar especialmente a todos mis compañeros que he tenido, que sin duda me han ayudado mucho en esta madurez humana y sobre todo a mis compañeros y profesores del I.E.S "Fuente de la Peña" que he apreciado mucho y los apreciaré siempre, porque me han ayudado siempre a salir adelante y a aprender mucho en el Bachillerato.
Son muchas las anécdotas que se podrían contar durante estos dos cursos, pero me quedo especialmente con el amor que ha tenido Cristo conmigo en los momentos de oración personal para descubrir mi vocación; pero no me olvido de los que han tenido todo su cariño en mí para madurar: en primer lugar al Señor Obispo de Jaén, que siempre ha estado interesado sobre mi progreso en los dos cursos; a D. José María Romero, como Rector; a D. Jesús Diez del Corral, como Superior-Colaborador; a D. Andrés Segura, como Director Espiritual; y a D. Manuel Peña, como confesor.
Me gustaría decir que me voy del Seminario Menor con muy buen sabor de boca, creo que es una ayuda muy buena y ahora que en este curso ingresaré en el Seminario Mayor de la Diócesis de Jaén me veo fortalecido por todo el esfuerzo que ha hecho el Equipo de Formadores en mí para seguir el camino que el mismo Jesús siguió. Sí, soy la primera semilla tras la reapertura del Seminario Menor que pasa al Seminario Mayor, pero pido a todos los fieles que no dejen de rezar por las vocaciones sacerdotales, son imprescindibles y precisas y no se pueden acabar.
GRACIAS AL SEMINARIO MENOR POR TODO LO QUE ME HA APORTADO.
Pepe Navarrete Ochoa.
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